Tres
borrachos salen de un bar y piden un taxi.
El
taxista al ver que estaban muy mal, y tras entran los tres en el coche, encendió
el motor, lo apagó y dijo: “¡LLEGAMOS!”.
El 1er
borracho le paga.
El
2º le da las gracias.
El
3º le da una bofetada.
El
taxista, sorprendido, pensando que el tercero se dio cuenta del engaño, le
preguntó: ¿Por qué me ha pegado?
¡Pa’ que no corras tanto, cabrito, que casi nos matamos!
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