Los Reyes
de España visitan una importante empresa española. Cuando están paseando por el
almacén el rey se para justo delante de un empleado y dice: Hola Martínez, ¿cómo estás viejo amigo?
Pues
mira Juan Carlos, estoy bastante bien.
El
director general se asombra del caso pero no le da importancia.
Al cabo de
dos meses viene a visitar la empresa el Presidente del Gobierno y al pasar
delante de Martínez se para y exclama: Hombre Martínez,
¿cuánto tiempo sin vernos?
Hola
Mariano, ¿cómo estás?
El
director asombrado, hace llamar a Martínez y le pregunta: ¿Cómo
es que Vd., Martínez, conoce a toda esta gente?
Es
que he viajado mucho y tengo muchas más amistades por todo el mundo. Soy capaz
de ir a Roma y en pleno día de Navidad salir por el balcón sagrado al lado del Papa.
Eso
no puede ser. Me gustaría ir a comprobarlo.
Ya los dos
en la plaza de San Pedro, Martínez se adentra en el palacio y a las doce en
punto sale al lado del Papa. Un rato después vuelve a la plaza para reunirse
con su director, el cual se encuentra en el suelo desmayado.
Al
recuperarse, Martínez le pregunta: ¿Qué le ha pasado,
director?
Pues,
que un chino me ha preguntado: ¿quién es el tipo vestido de blanco que hay al
lado de Martínez?
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