Un médico y un abogado están charlando en una fiesta
cuando se les acerca otro invitado y le dice al médico: Perdone doctor, pero es que me encuentro muy
cansado, me cuesta respirar, tengo la nariz tapada y me duele todo.
Probablemente
no es más que una alergia. Tómese cualquier antihistamínico y una aspirina. Tenga
mi tarjeta, y si no ha mejorado en un par de días, llámeme y le examinaré.
El hombre se aleja muy contento y entonces el médico
le dice al abogado: De verdad me fastidia que la gente me moleste continuamente
con tonterías así, ¿crees que debería cobrarles?
Por
supuesto.
Al día siguiente, el médico llega a su despacho y se
encuentra una factura del abogado.
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