Kung Chang llamó a su jefe y le dijo: Jefe, hoy yo no il a tlabajal, yo estal enfelmo. Duele
cabeza, duele panza, duele pielna, no voy tlabajo.
El jefe le responde: Kung
Chang, realmente hoy te necesito en el trabajo. Cuando me siento así de mal le
pido a mi esposa que tengamos sexo. Eso me hace sentir mucho mejor y puedo ir a
trabajar. Deberías probar, te hará muy bien.
Dos horas después Kung Chang vuelve a llamar a su jefe: Jefe, no sabel qué decil. Glacias pol consejo, ya sentilme
mucho mejol, enseguida yo il tlabajo. Felicito mucho, muy linda su casa.
Moraleja: Sea más explícito cuando hable con sus
subordinados.
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