Manuel Azaña mantenía muy discretamente y dentro del
ámbito privado, sus amores con Cipriano Rivas Cherif, y hasta se casó con su
hermana Dolores para disimularlos. Incluso le nombró Jefe de Protocolo.
En algún periódico, por errata o por malevolencia,
apareció que había sido nombrado Jefe de “Protoculo”.
Pérez de Ayala se lo contó a Marañón, y éste comentó: “A veces, el camino
más corto para llegar a un cargo, es el recto”.
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