En un restaurante, una
señora de repente empezó a gritar: ¡Auxilio! ¡Mi hijo se ahoga! ¡Se ha tragado una moneda y no
puede respirar!
Un señor se levanta de su
mesa, agarra al chiquillo de los huevos y le da un fuerte apretón. El chiquillo
escupe inmediatamente la moneda. El señor regresa a su mesa como si nada
hubiera pasado.
La madre del niño,
agradecida, se acerca a él y le dice: Mil gracias señor, qué método tan efectivo. ¿Es Vd. médico o
trabaja en la Cruz Roja?
No,
señora, soy inspector de Hacienda.
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