lunes, 20 de febrero de 2017

EL GENIO

Un hombre, caminaba por la calle Sierpes de Sevilla, cuando se encontró una lámpara. La recogió del suelo y la frotó hasta que apareció un genio.
El genio le dijo: Vale, vale, me has sacado de la lámpara, pero ésta es la cuarta vez que me sacan de la lámpara este mes y estoy harto de vuestros puñeteros deseos, así que olvídate de los tres deseos. Sólo te concederé uno.
El hombre se sentó en un banco y pensó durante un rato. Finalmente dijo: Siempre he querido ir a Nueva York, pero me da miedo el avión y en barco me mareo. ¿Podrías construirme un puente hasta Nueva York para que pueda ir en coche a visitarla?
El genio rio ruidosamente y dijo: Eso es imposible amigo mío, piensa en la logística monumental necesaria para construirlo. ¿Cómo conseguiremos construir los soportes hasta el fondo del Océano Atlántico, a 10 km. de profundidad? Piensa en la cantidad de acero y cemento que serían necesarios, estás hablando de un puente de 10.000 km de largo. Y habría que poner gasolineras cada 100 km, piensa en las infraestructuras, es imposible. Piensa en otro deseo, éste no puede ser.
El hombre lo comprendió, se sentó de nuevo a meditar y buscó un deseo realmente bueno. Finalmente, el hombre dijo: He estado casado y divorciado tres veces. Mis mujeres siempre han dicho que no me preocupo de nada y que soy insensible. Así que mi deseo es: Quiero poder entender a las mujeres. Quiero saber cómo se sienten por dentro, qué están pensando cuando me miran en silencio, por qué gritan y por qué lloran. Quiero saber qué quieren realmente cuando dicen “no pasa nada”. En realidad, lo que más quiero es saber cómo puedo hacerlas realmente felices.
El genio le mira sorprendido y le pregunta: ¿El puente, lo querrías de dos o de cuatro carriles?

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