Un hombre casado
tiene una aventura amorosa con su secretaria. Un día en casa de ella tuvieron
una noche apasionada. Exhaustos, se quedaron dormidos y se despertaron a las 8
de la mañana.
Él se levantó y se vistió rápidamente. Mientras lo hacía, le pidió a ella que sacase sus zapatos al jardín y los embadurnase con hierba y barro. Después, se calzó y se marchó su casa.
¿De dónde vienes? Le preguntó su mujer.
Él se levantó y se vistió rápidamente. Mientras lo hacía, le pidió a ella que sacase sus zapatos al jardín y los embadurnase con hierba y barro. Después, se calzó y se marchó su casa.
¿De dónde vienes? Le preguntó su mujer.
No puedo mentirte; - respondió él - tengo un affaire con mi secretaria y hemos estado juntos
toda la noche.
Ella bajó la vista, le miró los zapatos y exclamó: ¡Maldito embustero! ¿Pretendes engañarme? ¡Vienes de jugar al golf!
Ella bajó la vista, le miró los zapatos y exclamó: ¡Maldito embustero! ¿Pretendes engañarme? ¡Vienes de jugar al golf!
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