Mariano, últimamente te veo muy contento, ¿a qué es debido?
Mira Juan, te lo voy a contar con pelos y señales. Como de ahí
abajo ya nada de nada, me enteré de que el doctor Ramírez ponía prótesis que te
dejaban como nuevo, me decidí, fui, y oye, como nuevo además de barato.
O sea, ¿te quitó la tuya y te puso otra distinta?
Claro, no sé de quién sería pero ahora funciono a las mil
maravillas.
Pues, voy a tener que ir a ese tal doctor Ramírez porque yo lo mismo
que tú antes, nada de nada.
Vete, no lo dudes, además de barato tampoco es doloroso. Y espero
que tengas suerte y te toque una como a mí.
A los dos
meses volvieron a coincidir y: Hombre Juan,
¿fuiste a ver al doctor Ramírez?
Claro, muy ilusionado, pero no he tenido tanta suerte como tú. Sigo
igual que antes, nada de nada.
¿No me digas? Enséñame a ver qué te ha hecho.
Juan se
baja los pantalones y: Claro, no me
extraña, si te ha puesto la mía…
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