El casamentero Nicolás va a casa de Mauricio, el
sastre del pueblo, un hombre pobre. Ésta es la conversación que tienen: Buenos días
Mauricio. Tengo una novia para su hijo.
Mira
Nicolás, yo no me meto en la vida de mi hijo, él hace la suya.
Si,
comprendo, pero, la novia es la hija Aznar.
Hombre,
hubiera empezado por ahí, por supuesto que aceptamos.
Nicolás se va inmediatamente a casa Aznar y ésta es
la conversación que desarrolla con él: Buenos días señor Aznar, tengo un novio para su hija.
Muy
bien, pero hay muchos candidatos y ninguno es el adecuado.
Mire
señor Aznar, éste es un muchacho joven y muy elegante es un vicepresidente del
Banco Mundial.
Hombre,
hubiera empezado por ahí, por supuesto que aceptamos.
Nicolás se va inmediatamente a casa del presidente
del Banco Mundial y le dice: Buenas tardes señor presidente. Tengo un candidato para ser
vicepresidente de su Banco.
Ja,
ja, ja. No me diga, sé que debe de haber por lo menos cien mil candidatos a ese
puesto en mi Banco.
Sí,
es verdad, pero éste es el yerno de Aznar.
Hombre,
hubiera empezado por ahí, por supuesto que aceptamos.
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