viernes, 30 de enero de 2015

INFIDELIDADES - 2

Juan y Raquel tenían dos hijas guapísimas, pero estaban deseando tener un hijo varón. Así pues, se pusieron manos a la obra con toda diligencia. Raquel quedó embarazada y dio a luz un saludable varón.
Juan corrió jubiloso a conocer a su nuevo hijo, pero se quedó horrorizado al encontrarse con el niño más feo que había visto en toda su vida.
Desconfiado, le dijo a su mujer: No es posible que yo sea el padre de esta criatura. Fíjate en lo guapas que son nuestras hijas. ¿Me has estado engañando con otro? 
Raquel sonrió dulcemente y: No, esta vez no.

domingo, 25 de enero de 2015

INFIDELIDADES - 1

Un hombre casado tiene una aventura amorosa con su secretaria. Un día en casa de ella tuvieron una noche apasionada. Exhaustos, se quedaron dormidos y se despertaron a las 8 de la mañana.
Él se levantó y se vistió rápidamente. Mientras lo hacía, le pidió a ella que sacase sus zapatos al jardín y los embadurnase con hierba y barro. Después, se calzó y se marchó su casa. 
¿De dónde vienes? Le preguntó su mujer.
No puedo mentirte; - respondió él - tengo un affaire con mi secretaria y hemos estado juntos toda la noche. 
Ella bajó la vista, le miró los zapatos y exclamó: ¡Maldito embustero! ¿Pretendes engañarme? ¡Vienes de jugar al golf!

martes, 20 de enero de 2015

MUJERES VENGATIVAS (3)

El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y muy débil, le dice: Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión. 
No, no, tranquilo, no hagas ningún esfuerzo.
Pero, mujer, es preciso, quiero morir en paz. Te quiero confesar algo.
Está bien, está bien. ¡Habla!
He tenido relaciones sexuales con tu hermana, con tu madre y con tu mejor amiga. 
Ella muy afectada le dijo: Lo sé, lo sé, ¿por qué te crees que te he envenenado?

jueves, 15 de enero de 2015

MUJERES VENGATIVAS (2)

Andrés, que siempre molestaba a su mujer, pasó un día por la casa de unos amigos para que lo acompañaran al aeropuerto a dejar a su esposa que iba a pasar 15 días en París. A la salida del control de pasaportes, frente a todo el mundo, él le desea buen viaje y en tono burlón le grita: ¡Mi amor, no te olvides de traerme una hermosa francesita! 
Ella bajó la cabeza y muy molesta embarcó hacia París.
El marido otra vez pidió a sus amigos que lo acompañasen al aeropuerto a recibirla. Al verla llegar, lo primero que le grita a toda voz es: Mi amor, ¿me trajiste mi francesita?
Hice todo lo posible. Ahora sólo tenemos que rezar para que nazca niña.

sábado, 10 de enero de 2015

MUJERES VENGATIVAS (1)

Mi hija cumple hoy 18 años. Estoy muy contento porque es el último pago de pensión alimenticia que le doy, así que llamé a mi hijita para que viniera a mi casa y cuando llegó le dije: Hijita, lleva este cheque a casa de tu madre y dile que es el último y maldito cheque que va recibir de mí en todo lo que le queda de vida. Luego quiero que me digas la expresión que puso su cara. 
Mi hija fue a entregar el cheque. Yo estaba ansioso por saber lo que la bruja tenía que decir y qué cara pondría. Cuando mi hija entró, le pregunté inmediatamente: ¿Qué fue lo que te dijo tu madre?
Me dijo que justamente estaba esperando este día para decirte que no eres mi padre.

lunes, 5 de enero de 2015

MISIÓN A MARTE

La NASA está buscando astronautas para la misión a Marte.
Se presentan un americano, un inglés y un español.
Debido al alto riesgo de la misión, se espera que los astronautas cobren una cantidad bastante alta, pero los de la NASA tienen miedo de ofrecerles demasiado dinero, así que para no pasarse les preguntan directamente a ellos cuanto quisieran cobrar.
Primero le preguntan al americano: ¿Usted cuánto nos pediría por ir a Marte? 
Pues, 50.000 dólares.
¿Por qué?
Bueno, antes de ir a Marte me gustaría correrme unas cuantas juergas inolvidables, por si acaso no volviese. 
Entonces le preguntan al inglés: ¿Y usted cuánto pediría? 
Pues, 100.000 dólares.
¿Por qué?
Pues mire, la mitad para mi familia, de forma que si me pasase algo no tuviesen problemas, y el resto me lo gastaría yo aprovechando mis últimos meses en la Tierra. 
Por último le preguntan al español: ¿Y usted cuánto nos pediría? 
Pues, 150.000 dólares.
¿Por qué? 
El español se acerca al de la NASA y le dice al oído, en voz baja: 50.000 para mí, 50.000 para usted, y 50.000 para que vaya el americano.