sábado, 25 de febrero de 2017

PAZ INTERIOR

Hace unos días leí en un libro sobre culturas orientales que: El camino para conseguir la paz interior reside en finalizar las cosas que has empezado.
Después de una larga reflexión acerca del planteamiento pensé: Puede que tenga razón.
Miré a mí alrededor y vi todas las cosas que había empezado y estaban sin terminar. Así que hoy he terminado: Una botella de Bailey's, una de vino tinto, una de Chivas Regal, una de Fernet, tres chocolates, una caja de condones, un cuarto de botella de tequila. No tienes ni idea de lo bien que me siento.
¿Podrías pasar esto a aquellos que tú creas que necesitan paz interior?

lunes, 20 de febrero de 2017

EL GENIO

Un hombre, caminaba por la calle Sierpes de Sevilla, cuando se encontró una lámpara. La recogió del suelo y la frotó hasta que apareció un genio.
El genio le dijo: Vale, vale, me has sacado de la lámpara, pero ésta es la cuarta vez que me sacan de la lámpara este mes y estoy harto de vuestros puñeteros deseos, así que olvídate de los tres deseos. Sólo te concederé uno.
El hombre se sentó en un banco y pensó durante un rato. Finalmente dijo: Siempre he querido ir a Nueva York, pero me da miedo el avión y en barco me mareo. ¿Podrías construirme un puente hasta Nueva York para que pueda ir en coche a visitarla?
El genio rio ruidosamente y dijo: Eso es imposible amigo mío, piensa en la logística monumental necesaria para construirlo. ¿Cómo conseguiremos construir los soportes hasta el fondo del Océano Atlántico, a 10 km. de profundidad? Piensa en la cantidad de acero y cemento que serían necesarios, estás hablando de un puente de 10.000 km de largo. Y habría que poner gasolineras cada 100 km, piensa en las infraestructuras, es imposible. Piensa en otro deseo, éste no puede ser.
El hombre lo comprendió, se sentó de nuevo a meditar y buscó un deseo realmente bueno. Finalmente, el hombre dijo: He estado casado y divorciado tres veces. Mis mujeres siempre han dicho que no me preocupo de nada y que soy insensible. Así que mi deseo es: Quiero poder entender a las mujeres. Quiero saber cómo se sienten por dentro, qué están pensando cuando me miran en silencio, por qué gritan y por qué lloran. Quiero saber qué quieren realmente cuando dicen “no pasa nada”. En realidad, lo que más quiero es saber cómo puedo hacerlas realmente felices.
El genio le mira sorprendido y le pregunta: ¿El puente, lo querrías de dos o de cuatro carriles?

miércoles, 15 de febrero de 2017

A MIL EUROS EL CENTÍMETRO

Dice el sargento: ¡Soldados! En vista del excelente trabajo que habéis hecho, el Presidente del Gobierno, quiere recompensaros a todos. Os dará 1.000 euros por cada centímetro que resulte al medir en vuestro cuerpo. Vamos a ver, cabo, ¿cómo quieres que te midan?
Señor, desde los pies a la cabeza.
185 cm x 1.000 € = 185.000 € para ti, cabo.
Gracias, mi sargento.
Recluta González, ¿cómo quieres que te midan?
Señor, desde los pies a los dedos de la mano, levantando la mano y alzando el brazo.
230 cm. x 1.000 € = 230.000 € para ti, soldado González.
Gracias, mi sargento.
El sargento se dirige al soldado Martínez, un chico de Albacete, con más tiros pegaos que la ventana de un bosnio:
Soldado Martínez, ¿cómo quieres que te midan?
Señor, desde la punta del pene a los testículos.
¿Estás seguro, soldado Martínez?
Sí, señor.
Muy bien. Bájate los pantalones.
El sargento toma el metro, lo sostiene en la punta del pene y empieza a medir hacia atrás. Al llegar a la raíz del pene, desconcertado, pregunta: Soldado Martínez, ¿dónde coño tienes los testículos, que no los veo?
Señor, en Afganistán.

viernes, 10 de febrero de 2017

QUIERO CASARME

Papá, encontré al amor de mi vida y me voy a casar.
¿Y quién es ella?
Cipriana, la hija del carnicero.
¿Cipriana? Hijo, lo siento, pero con esa chica no te puedes casar; es tu hermana. Yo de joven vivía la vida, esperaba no tener que revelarlo esto nunca, pero ahora no me ha quedado más remedio.
El pobre hijo se va enojado, pues sabemos lo difícil que es encontrar al amor de la vida.
Pero al cabo de 8 meses encuentra otra muchacha candidata a compartir el resto de su vida y decide ir a contarle la buena nueva al padre.
Papá, ahora sí, he encontrado al amor de mi vida y me voy a casar.
¿Y quién es ella?
Maruchi, la hija del zapatero.
¿Maruchi? Hijo, discúlpame, no sé cómo decírtelo pero ella también es tu hermana.
Pero, papá, ¿qué clase de hombre fuiste?
Hijo, compréndeme, yo era joven, tu madre y yo no atravesábamos un buen momento y en fin...
Nuevamente jodido hasta la médula, deja a la segunda novia.
Al año y medio se recupera y vuelve con una nueva candidata.
Papá, encontré al amor de mi vida y me caso definitivamente.
¿Y quién es ella?
Martita; es huérfana de madre y además es negra.
¡Noooooo!
Papá, no me digas, ¿también es mi hermana?
Hijo, sucede que siendo joven, fui voluntario en la Cruz Roja, tú eras un bebé, tu madre y yo...
El hijo no lo soporta más y se va llorando a su dormitorio. Alertada por los sollozos, se acerca la madre, y el hijo destrozado, le cuenta sus tres intentos de casarse.
Hijito querido, cásate con quien se te antoje.
¿Cómo?
¡Ese tipo no es tu padre!

domingo, 5 de febrero de 2017

LA BATA DEL HOSPITAL

Un señor va al hospital a curarse una uña que se le ha clavado en el dedo gordo del pie.
Se cabrea mucho cuando una enfermera se lo lleva a un vestidor y le dice: Póngase una bata del hospital.
Pero, esto es absurdo. Si es sólo la uña.
Ya, pero son las normas del hospital.
Pues, me niego.
Y una voz desde el vestidor de al lado dice: Póngasela, no le va a servir de nada protestar. Fíjese, yo llevo bata ya, y venía sólo a leer el contador del gas.