Manolo, ¿no
sabías que estuve intentando ingresar en el Opus Dei?
¿En
serio, Juan? Te felicito.
Es que mi
señora y yo somos muy religiosos y pretendemos que los chicos también se
eduquen con los mismos valores.
Pero ahí
hay un tema para mí muy complicado, creo que te piden un largo período de
abstinencia sexual.
Así es,
me dijeron que teníamos que pasar seis meses sin tener relaciones.
¿Y qué
tal lo llevaste?
Bastante bien hasta el tercer mes. Pero un día mí mujer se agachó para coger un yogurt de la nevera y ya no aguanté más. Me tiré encima, le rompí la ropa con los dientes, le hice el perrito, la carretilla, la vuelta al mundo... La puse encima, debajo, gritamos, gemimos, hicimos de todo hasta quedar exhaustos.
Bastante bien hasta el tercer mes. Pero un día mí mujer se agachó para coger un yogurt de la nevera y ya no aguanté más. Me tiré encima, le rompí la ropa con los dientes, le hice el perrito, la carretilla, la vuelta al mundo... La puse encima, debajo, gritamos, gemimos, hicimos de todo hasta quedar exhaustos.
Y,
claro, te echaron del Opus Dei.
Del Opus
Dei y del Carrefour.
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