Vicente va a urgencias a que le curen una uña que se le
ha clavado en el dedo gordo del pie.
La enfermera: Venga por aquí al vestidor, desnúdese y póngase esta bata del
hospital.
Pero, esto es absurdo. ¡Si es sólo la uña!
Ya, pero son las normas del hospital...
Pues, ésta es una norma estúpida. ¡Me niego!
Se oye entonces una voz que viene del vestidor de al
lado: Déjelo,
no le va a servir de nada; fíjese, a mí también me han obligado a ponerme la
bata, y venía a leer los contadores del gas.
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