jueves, 25 de diciembre de 2014

NÁUFRAGOS

En un crucero de placer, se encuentran entre otras muchas personas, Pepe, el protagonista de nuestra historia, y esa delicia de mujer llamada Claudia Schiffer.Tras una tormenta impresionante, el barco naufraga y tan solo Pepe y Claudia se salvan, yendo a parar a una isla desierta.
Con el paso del tiempo, solos y abandonados a su suerte, deciden dedicar su tiempo a la aventura del saber, en su vertiente "conocimiento carnal".
Tras muchos meses de intensas relaciones, Pepe decide a hablar con Claudia: Claudia, he de hablar contigo, necesito pedirte tres deseos, ¿crees que podrás concedérmelos? 
No lo sé, Pepe. Prueba a ver.
Bien. El primero es que me gustaría llamarte Mariano. ¿Te importa?
Pues..., pues, no. Éste es fácil. ¿Qué más?
Bien. El segundo es... ¿Te importaría sacar uno de los trajes de hombre que hay en ese viejo baúl que salvamos del naufragio y vestirte con él?
Bueno, éste es algo más extraño, Pepe, pero tampoco me importa. De acuerdo. ¿Cuál es el tercero?
Pues el tercero, es que quisiera hablar seriamente contigo paseando por la playa. ¿Vamos?
De acuerdo. 
Y ahí están, Pepe y Claudia (perdón, Mariano), paseando por la playa al atardecer.
De repente, Pepe se detiene, se gira, pone una mano sobre el hombro de Claudia y le dice: Mariano, sé que no vas a creerme, pero, llevo meses tirándome a la Claudia Schiffer.


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