miércoles, 10 de junio de 2015

EL BAUTIZO DEL PERRO

Paulino acude a su parroquia a hablar con el cura: Buenas, venía a ver si me bautizaba usted al perro.
El cura: ¿Pero qué dice? Los perros no se bautizan, se pueden bendecir el día de San Antonio, pero nada más.
No, no, yo quiero que lo bautice.
Que le digo a usted que no.
Es que el perro es como de la familia. Si lo bautiza le dejaré a la parroquia un donativo de 10.000 €.
Bueno, la verdad es que..., si me lo trae ahora..., pero rápido.
Total que lo bautiza.
A los dos meses va el obispo de visita y se fija en el nuevo órgano, en el nuevo retablo, en los nuevos bancos y: Pero, ¿no me habías dicho que la parroquia estaba mal económicamente?
Sí..., pero..., (llorando) señor obispo, no se lo puedo ocultar, un hombre me pagó si le bautizaba a su perro y acepté.
Pero, ¿qué has hecho insensato? Un sacramento a un animal. Eso va contra los preceptos de la Iglesia, mal cura, desgraciado, ignorante. ¿Por cuánto se lo bautizaste?
Por 10.000 €, señor obispo.
10.000 €, (más tranquilo) y…, ¿no te dijo nada de darle al perro la primera comunión?

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