lunes, 10 de agosto de 2015

CASCORRO EL MAGNÍFICO

Una pareja se casa en los 40 y se van de viaje de novios a hacer un crucero por el Caribe.
Una noche les ofrecen un espectáculo a bordo, se trata de la actuación de Cascorro el Magnífico; este hombre, entre otras proezas, se dedica a poner nueces encima de una mesa y las abre con el pene de un golpe, y su número es todo un éxito.
El tiempo pasa, y esta misma pareja en los 90 decide celebrar su 50 aniversario, así que vuelven a hacer el crucero por el Caribe, y de nuevo una noche en el barco ven la actuación de Cascorro el Magnífico, que obviamente ha envejecido. El pobre hombre anda doblado, con el pellejo arrugado y casi sin pelo. Sin embargo, en la actuación, lo que hace es poner un coco encima de la mesa y lo parte con su pene como si nada.
Al acabar la función, este matrimonio se acerca a él y le preguntan intrigadísimos: ¿Cómo es posible que a pesar de haber envejecido tanto haya cambiado de las nueces a los cocos? 
Cascorro el Magnífico, con voz cascada de viejo: Es que los años no pasan en balde. Ya no puedo partir nueces encima de la mesa porque no las veo.

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