miércoles, 5 de agosto de 2015

LA REJA

Una pareja de ancianos celebraba su 50 aniversario de boda en el pequeño pueblo donde se habían conocido.
Sentado junto a ellos estaba el policía local que sonreía mientras hablaban.
¿Recuerdas, Teresa, la primera vez que hicimos el amor, fue sobre ese prado que está al otro lado de la carretera, cuando te puse contra la reja? ¿Por qué no lo hacemos otra vez para recordar viejos tiempos?
Bueno, si te empeñas…
Salieron del café y cruzaron hasta el prado. El policía pensó que lo mejor era que le echase un vistazo a la pareja, por si acaso se hacían daño.
El viejecito tomó a su mujer cuando estuvieron desnudos y la apoyo contra la reja.
El policía, que seguía mirando, no podía creer lo que veía, con la vitalidad de una jovencita, la mujer se movía violentamente de arriba abajo, mientras el marido se convulsionaba como un salvaje. Siguieron durante un buen rato hasta que los dos cayeron al suelo, exhaustos.
El policía se acercó y les dijo: Ha sido la forma de hacer el amor más bonita que he visto en mi vida. Debieron ser una pareja muy salvaje cuando eran jóvenes.
No realmente, dijo el viejecito, cuando nosotros éramos jóvenes, esta reja no estaba electrificada.

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