Una gallega le dice al
marido: Fíjate, Paquiño, que tengo
un mes de retraso. Creo que vamos a tener un rapaziño. El médico mañana me dirá
el resultado de los análisis y entonces lo sabremos con toda seguridad.
En esto suena el
teléfono. Es una llamada de la oficina de cobros de Unión Fenosa.
Buenos
días, dígame…
Somos
de la compañía Unión Fenosa y queremos comunicarle que en nuestros archivos
aparece que usted tiene un mes de retraso.
La señora sorprendida
pregunta: ¿Pero cómo pueden saberlo?
Señora,
porque nuestros ordenadores llevan el registro de todos los retrasos.
La pobre mujer,
palideciendo, le pasa el teléfono a su marido y le dice: Oye Paquiño, son los de Unión Fenosa y... ¡ya lo
saben
El marido, extrañado, se
pone al teléfono y pregunta: ¿Es
verdad que saben Vds. lo del mes de retraso?
En
efecto, y le avisamos de que deben realizar inmediatamente el pago correspondiente
al retraso.
¿Un
pago? ¿De veras?
El tío se pone a pensar:
Coño esto es por los
recortes en la Sanidad, el euro por receta, los 5€ de la ambulancia. Ahora
también cobran los análisis. ¿Y qué pasa si me niego a pagar?
Pues
entonces personal nuestro tendría que ir para su casa y se la tendríamos que
cortar.
¡Coño!
Y en ese caso, ¿qué podría hacer mi esposa?
Pues
realmente no lo sabemos. ¡Probablemente tendría que arreglárselas con una vela!
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