Al avión se
le averió un motor en pleno vuelo.
El piloto
ordenó a la tripulación que los pasajeros se abrocharan los cinturones y se prepararan
para un aterrizaje forzoso.
Tras unos
minutos preguntó a una azafata: ¿Ya están todos listos?
Ésta
respondió: Sí, todos menos un abogado, que sigue repartiendo sus
tarjetas.
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