sábado, 30 de septiembre de 2017

NO HAGAS TRAMPA

Una escena de dolor y sufrimiento supremos la encontramos en el vía crucis, pese a ello siempre hay gente que quiere sacar ventaja de toda situación.
Jesús recorría el vía crucis, exhausto, ensangrentado, con el rostro lastimado por la corona de espinas... La multitud le escupía, apedreaba, insultaba..., el dolor era intenso e insoportable.
De repente, de entre la multitud sale un pequeño hombrecito con una enorme mujer de severo rostro detrás de él y le dice a Jesús: Maestro, deme la cruz a mí, yo seguiré y usted hágase cargo de mi mujer.
Jesús le mira a los ojos y le responde: Hijo mío, no seas tramposo, a mí sólo me faltan cien metros…


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