miércoles, 30 de noviembre de 2016

DE ACAMPADA

Cuatro amigos iban todos los años de acampada.
Dos días antes de salir de nuevo, la esposa de Pepe se opuso a dejarle ir este año.
Sus amigos se molestaron por la noticia, pero no podían hacer nada.
El día que se fueron sin él, llegaron al campamento y encontraron a Pepe con la tienda ya levantada, una buena cantidad de leña y la cena casi lista.
Pero, bueno, ¿cómo has convencido a tu mujer?
Pues, anoche estaba sentado en el sillón, mi esposa se me acercó por la espalda, me tapó los ojos y me dijo: ¿Quién soy? Retiré sus manos y vi que sólo llevaba un picardías nuevecito, perfumado y transparente. Me llevó al dormitorio, iluminado con velas y con pétalos de rosa por todas partes. En la cama, había colocado esposas y cuerdas. Me dijo que la atara y esposara a la cama y así lo hice. Cuando terminé de atarla, me dijo: ¡Ahora, haz lo que quieras! ¡Y aquí estoy!

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