domingo, 20 de noviembre de 2016

IMPUESTOS

Todos los días diez hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza.
Siempre la cuenta total de los diez hombres es de 100 euros.
Acuerdan pagarla de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en la sociedad de un país, con lo que la cosa sería más o menos así, según la escala de riqueza e ingresos de cada uno:
Los primeros cuatro hombres (los más pobres) no pagan nada.
El 5º paga 1 euro.
El 6º paga 3 euros.
El 7º paga 7 euros.
El 8º paga 12 euros.
El 9º paga 18 euros.
El 10º (el más rico) paga 59 euros.
A partir de entonces, todos se divertían y mantenían este acuerdo entre ellos, hasta que, un día, el dueño del bar les metió en un problema: Ya que Vds. son tan buenos clientes, les voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en 20 euros. Desde ahora costarán 80 euros.
El grupo, sin embargo, planteó seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían antes.
Los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en absoluto.
¿Pero qué pasaba con los otros seis bebedores, los que realmente abonan la cuenta?
¿Cómo debían repartir los 20 € de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción justa?
Calcularon que los 20 euros divididos en 6 eran 3,33 euros, pero, si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando por beber, ya que el 5º pagaba antes un euro y el 6º 3 euros.
Entonces el barman sugirió: Será justo reducir la cuenta de cada uno por, aproximadamente, la misma proporción, así:
El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada: (100% de ahorro).
El 6º pagaría ahora 2 euros en lugar de 3: (ahorro 33%)
El 7º pagaría 5 euros en lugar de 7: (ahorro 28%).
El 8º pagaría 9 en lugar de 12: (ahorro 25%).
El 9º pagaría 14 en lugar de 18: (ahorro 22%).
El 10º pagaría 49 en lugar de 59:(ahorro 16%).
Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes: los primeros cuatros bebedores seguían bebiendo gratis y un quinto también.
Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que se estaban ahorrando.
Yo sólo recibí un euro de los 20 ahorrados, dijo el 6º hombre: señaló al 10º bebedor diciendo: Pero él recibió 10.
Sí, es correcto, dijo el 5º hombre, Yo también sólo ahorré uno; es injusto que él reciba diez veces más que yo.
¡Verdad!, exclamó el 7º hombre. ¿Por qué recibe él 10 de rebaja cuando yo recibo sólo 2? Los ricos siempre reciben los mayores beneficios.
¡Un momento!, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. Nosotros no hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los pobres.
Los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza.
La noche siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante: Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera la mitad de la cuenta.
Y así es, como funciona el sistema de impuestos: La gente que paga los impuestos más altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.
Moraleja: El problema es que eventualmente uno termina quedándose sin el dinero de la otra gente.

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